Cada día existen métodos más innovadores para la creación de viviendas. Ahora veremos qué pasa cuando se agrega la sostenibilidad a esta ecuación. 

La tendencia de la sociedad a vivir una vida más sostenible ha llegado a ámbitos más significativos que solo un objeto que se pueda usar o sostener entre las manos. Hoy en día ya existen viviendas construidas de forma ecológica y sustentable que cumplen con el factor de conciencia ambiental que ha aumentado en los compradores en los últimos años.  

Pero, ¿de qué se trata la impresión 3D y cuáles son sus ventajas?

La impresión 3D es una tecnología que se explica como la fabricación por añadidura donde un objeto se diseña tridimensionalmente mediante la sobreposición de capas continuas de un material en específico. Inicialmente conocido como estereolitografía, se refiere a la creación de formas sólidas a causa de la unión de moléculas con una luz láser ultravioleta a partir de un líquido sensible a la luz o “fotopolimérico”. 

Utilizar este tipo de materiales creados por impresoras 3D resulta ser mucho más barato y eficaz que los métodos de adición tradicionales. La impresión 3D ha cambiado por completo la construcción de estructuras inmobiliarias debido a que los procesos pueden ser globalizados gracias a la sencillez que representa su uso. La primera ventaja reside en que no requiere de moldes para construir ya que se imprimen capa por capa los materiales a medida. Esto provoca que los residuos de construcción disminuyan significativamente y que los desplazamientos de materiales sean más rápidos ya que los materiales son más sólidos y ligeros. 

Estas impresoras pueden utilizar materiales de construcción como resinas, acero, hormigón e incluso plásticos sintéticos. También conocidos como “ladrillos inteligentes”, algunas máquinas de impresión 3D los crean de manera que funcionen como los famosos Legos. Así es como los acabados son prácticamente perfectos. Es importante mencionar que las propiedades térmicas que poseen algunos de estos materiales pueden llegar a reducir los costos energéticos del inmueble hasta en un 60%, ayudando al medio ambiente en este sentido por igual. 

Por último, la ventaja más competitiva ante los métodos de construcción tradicionales es que el precio promedio de los inmuebles construidos mediante la impresión 3D es significativamente menor. Además, dependiendo del tamaño de éste, el tiempo de construcción puede tomar entre 24 horas y 12 días en total. Esto se debe a que el proceso de construcción es completamente automatizado, siguiendo patrones preestablecidos que solo necesitan de personal para la instalación del techo, puertas y ventanas. 

Esta realidad no solo permite el incremento de eficiencia de construcción en el mercado inmobiliario; sino que presenta una gran oportunidad de accesibilidad para personas con menores recursos de tener una vivienda digna y con todas las necesidades cubiertas. Es así como un modelo de vivienda más sostenible, no solo para el medio ambiente sino también para para la economía, se vuelve una realidad que fomenta la importancia de ser conscientes sobre el planeta y todo lo que vive en él. 

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